La extensión de la laguna de la Albufera se ha reducido en un ochenta por ciento desde el siglo
XVIII. Esta reducción se debe, entre otros factores, al aterramiento de una buena parte de la
superficie cubierta por el agua para dedicarla, fundamentalmente, al cultivo del arroz.
Cuando se recorre este espacio protegido, inevitablemente surge la pregunta sobre si estamos
contemplando un paisaje natural o un paisaje transformado o alterado por la acción humana.
El proyecto el lluent. canvis i ferides, está relacionado con el tratamiento del paisaje, la cultura y la
memoria de este territorio; pretende señalar aquellos elementos que están presentes en él y
desvelar otros que sin estarlo –ausentes-, configuran las claves de un paisaje construido o alterado
y utiliza la fotografía como herramienta que se sitúa sistemáticamente entre actividad y pasividad,
presencia y ausencia, fijeza y fugacidad, realidad y representación, identidad y diferencia, para
tratar de lograr esa identificación y simbolización.