Kairós 19 es un proyecto de arte visual que experimenta en la confluencia de memoria individual, experiencia de comunidad y la territorialización como consecuencia del encuentro. Se constituye en documento multidisciplinar de alta participación a partir de exponer la memoria oral de 19 espacios urbanos públicos rememorados por Julio Galcerá, anciano invidente y músico, que son replicados por 100 personas de su comunidad urbana. Estos espacios concentran la memoria en-común de El Carmen y Velluters, barrios más antiguos de Valencia.
Se prioriza el documento histórico fuerte, el testimonio oral y la experiencia de comunidad al exponer contenidos de la memoria propia ante los otros, conformando un documento histórico de la Comunidad. Los procesos documentales se recogen con fotografía, vídeo, sonido y palabra, implementando dispositivos al proceso desde una posición política que descarta el cientificismo historicista por sus relaciones con el poder, eligiendo la memoria oral y su imprecisión como porta-voces naturales de la experiencia humana.
Las fotografías se realizan atendiendo indicaciones del hombre ciego durante el trabajo de campo, diseñándose para experiencia transversal de fotografía y voz. Fotografía de espacios urbanos en presente, se nombran y fechan con textos inscritos en la base de cada pieza resultante, que ubican cronológicamente el episodio vivido en ese lugar por el anciano, ciego desde los treinta y tres años. El invidente rememora cada uno de los 19 espacios ante una cámara de vídeo. Los audios de estos vídeos se extraen para ser escuchados intactos, mediante auriculares colocados junto al cuadro fotográfico correspondiente. Las 19 rememoraciones se corresponden hoy con la ruina urbana, la sustitución y la decadencia de los escenarios representativos de la cultura de vanguardia pos-franquista en Valencia entre 1970 y 2000.
Un complejo dispositivo multidisciplinar permite, en paralelo, construir una red de memoria compuesta por 100 personas. Cada persona selecciona con libertad uno de los 19 cuadros sonoros que presentan una instancia de la visualidad de la memoria del hombre ciego, y que ahora han sido transformados en postales. Rememoran ante la cámara de vídeo y transcriben en el reverso de las grandes fotografías convertidas en postales de correos, un episodio personal vivido en ese lugar por ellos seleccionado. Rellenas las postales, como una biblioteca de la memoria del territorio, son enviadas por correo ordinario a la sala de exposiciones donde se alojan en la instalación.
Proyecto seleccionado en concurso de ámbito nacional para ser expuesto en Espacio 55. Temporada 2015